¿Quiénes somos?

Quienes hacemos La Plaga, somos tres educadores costarricenses que también hemos tenido alguna formación artística. Los tres somos defensores del idioma materno, aunque desde distintas posiciones. Uno es terriblemente dogmático, otro pragmático y el tercero, Roncahuita, que es el que firma, prefiere ocuparse de Cinearte, aunque hace sus contribuciones a La Plaga.


Tenemos a su disposición tres diccionarios (pulse sobre los enlaces para ir a ellos) :



Cuando hablen o escriban por favor...

" A SHAKESPEARE LO QUE ES DE SHAKESPEARE Y A CERVANTES LO DE CERVANTES."



viernes, 21 de enero de 2011

Los anglicimos como factor de empobrecimiento de nuestro idioma.


Un colaborador nos ha enviado el siguiente artículo:

Se llama anglicismo a aquella palabra procedente del idioma inglés y que no está incorporada al diccionario oficial (llamado de autoridades). Nuestra forma de hablar cotidiana está invadida de anglicismos. Esto es un serio problema, porque si alguien no entendió algo, el diccionario no podrá sacarle de dudas. Lo peor es que las nuevas generaciones se están acostumbrando tanto a éstos, que desconocen totalmente las voces precisas en español.

Consideren, que por la mañana llegamos a nuestro trabajo y *checamos (registramos) inicio de labores. Inmediatamente nos colocamos el *pin (distintivo) de la institución en la solapa. Antes del mediodía, consumimos el *lonch (*lunch: refrigerio, almuerzo); y hay quienes para el efecto se traen su *sánguich, (*sandwich: emparedado). Mientras tanto, leemos un *comic (revista de dibujos), al lado de un *poster (cartel), donde se anuncia un espectáculo de nuestro gusto. Mmm... los *tickets (boletos) tienen un alto costo: seguro será un buen *bisnes (*business: negocio) para los empresarios. Preferible será mejor ir a hacer *aeróbics (gimnasia) al *gym (gimnasio). Por cierto, el problema es dónde *parquear (estacionarse) porque dejarlo en la calle, resta *caché (estilo, categoría) a nuestra imagen y además es peligroso.

Como habrán notado, usamos una gran cantidad de anglicismos. Calculo que no menos de cincuenta al día. El español cuenta con una amplísima variedad de palabras (algunas con más de un sinónimo) como para olvidarlas. Echar mano de anglicismos innecesarios empobrece nuestro idioma, impide una comunicación efectiva (el diccionario no puede auxiliarnos) y confunde a las nuevas generaciones.

2 comentarios:

  1. ¡Estoy totalmente de acuerdo! Es lo que yo siempre digo... Encontrar personas que piensan como yo me da esperanza, tan imprescindible como el aire mismo.
    Saludos cordiales.

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  2. ¡Estoy totalmente de acuerdo! Es lo que yo siempre digo... Encontrar personas que piensan como yo me da esperanza, tan imprescindible como el aire mismo.
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