¿Qué hace el absurdo término femicidio metido en una ley costarricense? |
La absurda “palabra” ‘femicidio’ aparece en una ley de Costa Rica que sanciona la violencia inferida a las mujeres. Tal norma es la ley n.° 8.589, titulada Penalización de la violencia contra las mujeres; en ella se establece:
“Artículo 8.°. Circunstancias agravantes generales del delito. Serán circunstancias agravantes generales de las conductas punibles descritas en esta ley, con excepción del delito de femicidio, y siempre que no sean constitutivas del tipo, perpetrar el hecho: […]”.
‘Femicidio’ también aparece en el artículo 21.°.
Debe de ser interesante la historia de cómo vino a parar un término etimológicamente tan disparatado en una norma jurídica que –se supone– se redacta con apego a las normas y a la lógica del idioma. En todo caso, aquí solamente nos referiremos al error gramatical que encierra ‘femicidio’.
La palabra correcta es ‘feminicidio’. ‘Femicidio’ es un error. En ambos casos se alude a la muerte de una mujer, muerte causada por otra persona.(...)
Esos significados no se excluyen necesariamente: pueden coexistir. También pueden crearse otras acepciones.
Ni ‘feminicidio’ ni ‘femicidio’ constan en el Diccionario de la Real Academia Española(DRAE).
El problema con ‘femicidio’ es que le falta una sílaba: ‘-ni-’. La palabra completa es ‘feminicidio’. Se forma con la raíz latina ‘femin-’, el interfijo conectivo ‘-i-’ y el sufijo ‘-cidio’ (del verbo latino ‘cædere’, matar).
La palabra latina ‘femina’ equivale a ‘mujer’. Su raíz es ‘femin-’. Se dice que es la raíz porque no pueden quitársele más letras en el final; si se le restan, tal raíz pierde sentido. Las inexistentes “raíces” ‘femi-’ y ‘fem-’ carecen de significado.
De la raíz ‘femin-’ se derivan palabras cultas (no populares), como ‘feminismo’, ‘femineidad’, ‘afeminar’, etcétera. También se derivan términos de origen popular, que cambian la ‘-i-’ por una ‘-e-’: ‘femenino’, ‘femenil’, etcétera (etimológicamente deberían ser ‘feminino’, ‘feminil’, etcétera).
A partir de la raíz ‘femin-’, el asesinato cometido contra una mujer solamente puede ser ‘feminicidio’ (femin-i-cidio), nunca ‘femicidio’.
El erróneo término ‘femicidio’ deriva de la palabra inglesa ‘femicide’, publicada impresa en 1801. ¿Cuál es el origen mental de ‘femicide’?: la ignorancia. El inventor o la inventora de ‘femicide’ ignoraban la forma de crear palabras a partir de raíces latinas; es decir, ignoraban que las raíces no deben perder letras a capricho, de modo que ‘femin-’ no debe reducirse a ‘femi-’.
El resto de la historia fue un contagio. Por ignorancia y por pereza por salir de la ignorancia, otras personas usaron el ridículo término ‘femicide’, que se tradujo a diversos idiomas. (...)
No debe argüirse que 'femicidio' está bien porque "así habla la gente". En realidad, la gente sí puede terminar hablando así, pero hablando mal por culpa de quienes habitualmente mencionan el 'femicidio'. Peor aún: si 'femicidio' aparece en una ley, ¿cómo esperan que se escriban los alegatos judiciales que se refieran al feminicidio? Usando la palabra errónea porque erróneamente está en la ley. Cuanto más se escriba 'femicidio' en tales documentos, más se extenderá el contagio antigramatical en la sociedad. No es, pues, este un caso de "error popular", sino de error inducido más o menos conscientemente por un número pequeño de personas: ciertas feministas y todos los diputados.
Es evidente que ‘femicidio’ no es un término reducido por desgaste histórico: nació mal. ¿Qué hace metido en una ley?
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Por favor; les ruego sus comentarios al uso de la palabra: "retroalimentación" (traducción del anglicismo feed back), gracias.
ResponderEliminarYa lo hicimos con el nombre de "Retroalimentación, un anglicismo esperpéntico"
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